Nadie merece morir solo.
Nunca sabré si quien le atropelló le mató en el acto o murió lentamente sin recibir ayuda. Lo que sí se, es que pasar de largo puede significar la diferencia entre morir o tener una oportunidad de sobrevivir. La tarde anterior, conduciendo al caer la tarde, vi al otro lado de la carretera lo que parecía un animal muerto. Sin embargo, me detuve a comprobarlo y me encontré con un pequeño conejo atropellado que luchaba por vivir. En este caso, pese a mis esfuerzos, murió en una clínica veterinaria antes de acabar el día. Lo único que en este caso pude ofrecerle, dado sus daños irreversibles, fue una muerte sin dolor, lejos del frío asfalto. Un animal atropellado no significa necesariamente un animal muerto. Tu intervención puede salvar vidas, tu indiferencia no. NUNCA PASES DE LARGO. Foto: Antonio García (garmedan@gmail.com) |
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